ojalá no me los hubiera leído

Se deshacía en elogios
para un amante fabuloso
que
a pesar de no estar frecuentemente con ella
no se hacía olvidar durante toda su ausencia
porque
según los poemas
era una mezcla
de hombre romántico y sexy
que le daba unos besos
que no se los quitaba de la mente
ni en un mes.

Para esa parte
de los besos inolvidables
creó
con muy buen sentido de la razón
y del gusto
una alegoría
en la que decía
que la lengua masculina
era un torbellino
dentro de la boca femenina
mientras que las manos
cálidas y robustas del varón
se paseaban
magistralmente
por toda la desnuda
y jadeante
humanidad de la hembra
provocándole arrebatos
que la trepaban y descendían
como por reflejo
de la cama al cielo y viceversa.

Herman Ayala Saavedra
bolivia

Con este poema participo en el segundo Concurso de Poesía de Heptagrama

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