santo Tomás del gusto
Mis manos
las que defiendo
estos ojos que aún te miran
mi nariz que puede olerte /
no testifican que vivas.
Cuando mis nudos te rozan
o te presionan la espalda
no testimonian que existes.
Cuando escucho que me hablas
y te veo mover la boca
y beso tu boca y callas
y huelo el bien que suspiras
todavía no creo que seas.
Mas al sentir tu sabor
doy testimonio de vida
y recién juro que sos.
Doy testimonio de vida
por cuenta propia y por vos.
Existo y sé que existes
cuando siento tu sabor
y no sólo el de tu boca.
libro: "En cuerpo humano", de la serie "Santos Tomases", espero les guste.
ResponderEliminar